China se encuentra actualmente bajo uno de los ataques más severos por parte de Estados Unidos en un intento por frenar el avance de su industria de semiconductores. El Departamento de Comercio de los EE.UU. ha agregado 140 empresas adicionales a su lista de entidades restringidas, enfocándose principalmente en aquellas chinas dedicadas al diseño y producción de equipos de litografía usados en la fabricación de semiconductores avanzados. Una de las más destacadas entre las compañías sancionadas es Naura Technology Group, reconocida por su relevancia en la fabricación de estos equipos. Estas empresas, aunque generan su propia tecnología, dependen de componentes externos, mostrando así una vulnerabilidad que los EE.UU. ha decidido explotar.
En respuesta a estas presiones, China, bajo la dirección de Xi Jinping, ha promovido la creación de 14,600 «pequeños gigantes», superando su meta inicial de 10,000 para el 2025. Estas empresas juegan un papel crítico dentro de sectores estratégicos y son fundamentales para la innovación tecnológica del país, concentrándose en áreas como semiconductores, inteligencia artificial y la fabricación de drones. Este énfasis no solo subraya el enfoque estratégico de China de fomentar el crecimiento en áreas clave frente a restricciones internacionales, sino también su capacidad para adaptarse rápidamente a los cambios del mercado global.
Este movimiento estratégico refleja la prioridad de China por aumentar su autosuficiencia y competitividad global en sectores industriales críticos, lo que, según Xu Tianchen, economista de la Economist Intelligence Unit, beneficiará significativamente a las PYMEs chinas. Al impulsar el desarrollo de estas «empresas gigantes», China busca cimentar su posición en la vanguardia de la innovación tecnológica global, enfrentando desafíos internacionales como las sanciones estadounidenses con un enfoque resiliente y centrado en la autodependencia.
