Después de más de treinta años dirigiendo NVIDIA y cosechando éxitos financieros significativos, Jensen Huang ha mostrado ser un líder eficaz con lecciones valiosas en su estilo de gestión. Una estrategia clave es su preferencia por una estructura organizativa plana, en la que más de 60 directivos le reportan directamente, permitiéndole tomar decisiones informadas rápidamente y mantenendo la información fluyendo libremente por la compañía. A pesar de esta cercanía con el equipo directivo, Huang es consciente de que este modelo no es escalable a toda la organización, lo que requiere una estructura jerárquica más tradicional en otros niveles.
Huang también es conocido por su aversión a las reuniones individuales innecesarias, argumentando que ya hay directores y supervisores encargados de mantenerlo informado sobre el progreso de los proyectos. Prefiere dedicar su tiempo a tareas únicas que sólo él puede realizar, como desbloquear proyectos estancados o impulsar nuevas ideas. En este sentido, favorece el uso eficiente del email para comunicaciones, siguiendo una filosofía de mensajes breves y directos para evitar malentendidos y pérdida de tiempo.
Otro pilar de su liderazgo es la transparencia, convencido de que argumentar y debatir estrategias de forma abierta con su equipo no sólo facilita la cohesión sino que también asegura que todos tengan la misma información en tiempo real. Esto también se extiende a su visión sobre el feedback, que prefiere dar públicamente para que todos puedan aprender juntos de los errores y aciertos, potenciando un ambiente de aprendizaje colectivo.
Finalmente, promueve la importancia de pensar en grupo, creyendo firmemente en el poder del razonamiento colectivo para resolver problemas y tomar decisiones. Enseñar a su equipo a procesar pensamientos y desarrollar ideas no solo fomenta la innovación sino que también empodera a sus miembros, facilitando un ambiente de trabajo colaborativo y eficiente.
