Desde el Battery Day en 2020, ha habido expectación sobre el Tesla de 25.000 dólares, prometido por Elon Musk para ser un vehículo accesible, incluso sugiriendo una posible versión completamente autónoma para 2023. Sin embargo, tras años de especulaciones e incertidumbres, incluyendo retrasos atribuidos a problemas de suministro de chips, el panorama parece haber cambiado. A día de hoy, anticipamos la llegada de un nuevo modelo, denominado Tesla Model Q, que se posicionaría por debajo del Model 3 a un precio inicial de 37.499 dólares sin subsidios y menos de 30.000 dólares con ellos. Este lanzamiento está proyectado para la primera mitad de 2025.
El anuncio de este nuevo modelo viene en un momento en que Tesla replantea su estrategia hacia vehículos más asequibles y mantiene su liderazgo en márgenes de beneficio mediante ajustes en precios y beneficios centrados en software. El Tesla Model Q utilizará la misma cadena de montaje que el Model 3, lo que sugiere un enfoque en la eficiencia de producción y potencialmente, una oferta con dimensiones o capacidades técnicas recortadas para mantener un precio reducido.
Este giro hacia un auto menos costoso pero con la identidad de Tesla intacta responde a la necesidad de la compañía de abrir nuevas líneas de negocio y adaptarse a un mercado automotor cada vez más saturado y competitivo. Además, junto al desarrollo del Model Q, Tesla sigue adelante con su visión de futuro en movilidad autónoma, reflejada en el anuncio del Cybercab y un equipo dedicado a la teleoperación de robotaxis y robots humanoides, buscando talento para expandir estas áreas innovadoras.
