A pesar de que Windows sigue controlando más del 70% del mercado de sistemas operativos de escritorio, ya no representa la principal fuente de ingresos para Microsoft. La compañía ha reorientado su enfoque hacia la inteligencia artificial y la computación en la nube, sectores en los que está encontrando nuevas oportunidades de crecimiento. Sorprendentemente, Google parece beneficiarse más de Windows que la propia Microsoft, principalmente a través de productos como su navegador Chrome, que domina sobre Edge, el navegador de Microsoft. Esta situación resalta cómo Windows se ha convertido en un entorno donde diversas compañías, incluidas las competidoras de Microsoft, pueden ofrecer y monetizar sus productos.
El CEO de Microsoft, Satya Nadella, reconoció en una entrevista la pérdida significativa de terreno frente a Google en el mercado de los navegadores. Sin embargo, considera que Windows sigue siendo una plataforma de distribución valiosa y abierta, donde aún hay espacio para la competencia y la innovación, especialmente en áreas emergentes como la inteligencia artificial. Microsoft aspira a recuperar parte de su influencia en el mercado a través de iniciativas en inteligencia artificial, como Microsoft Copilot, y mejoras en Edge y Bing.
La evolución de Microsoft desde un enfoque centrado en Windows hacia una diversificación en inteligencia artificial y servicios en la nube refleja un cambio estratégico adaptado a las tendencias tecnológicas actuales. Aunque Windows ya no es el buque insignia, sigue siendo una parte importante de la estrategia global de Microsoft y un elemento clave para impulsar otros productos y servicios de la compañía.
