La industria tech aspiraba a independizarse de los combustibles fósiles. La IA les reservaba otros planes

En la actualidad, el mundo está transitando hacia la descarbonización, impulsando el uso de energías renovables como la solar, eólica y la hidroeléctrica, siendo China un líder en producción y Europa consolidándose este año en el uso de estas energías, destacando incluso a Texas por su apuesta en renovables. Asimismo, compañías globales se esfuerzan por alcanzar metas de carbono neutralidad hacia 2050, liderando en tecnologías como centros de datos e inteligencia artificial (IA), con Microsoft y Lenovo como ejemplos en la búsqueda de minimizar el consumo de agua y promover la reutilización.

Sin embargo, estas tecnologías enfrentan el dilema de un consumo energético creciente, lo cual podría incrementar la demanda de combustibles fósiles a corto plazo para satisfacer las necesidades eléctricas de los centros de datos, cuyo uso se estima que ascenderá significativamente. Este incremento de consumo plantea un reto para la sostenibilidad, con proyecciones de consumo para 2026 que superan con creces las cifras actuales. Google y Meta, entre otras empresas, están considerando la energía nuclear como una alternativa para sus centros de datos. Además, compañías tecnológicas ya consumen más electricidad que muchos países, sumando preocupaciones sobre el sustento energético futuro, especialmente con el incremento del uso del aire acondicionado debido al calentamiento global.

La dependencia de combustibles fósiles como el gas natural y el carbón resurge como una solución temporal ante la lenta transición a energías limpias, especialmente en EE.UU., Alemania, Polonia y Malasia. A pesar de los esfuerzos por incrementar la producción de energía renovable, algunos países europeos también podrían depender parcialmente del carbón. Empresas y especialistas destacan la urgencia de acciones para evitar que la rápida solución de retornar a energías tradicionales se convierta en la norma, enfrentando el desafío de satisfacer la creciente demanda energética de forma sostenible.