En 2024, las fortunas de los milmillonarios han experimentado un crecimiento significativo, con un aumento conjunto de 14 billones de dólares en sus riquezas. Sin embargo, el año también ha estado marcado por turbulencias financieras que han afectado negativamente a algunos de los más ricos, destacándose pérdidas importantes para figuras como Bernard Arnault, Carlos Slim, Françoise Bettencourt Meyers, Colin Huang y Bill Gates.
Bernard Arnault, líder del sector del lujo, vio cómo su fortuna se reducía significativamente debido a la caída en las ventas de su conglomerado LVMH, especialmente por el declive del consumo de artículos de lujo en China. A pesar de esta pérdida, que superó los 53.000 millones de dólares, Arnault sigue siendo uno de los individuos más acaudalados del mundo gracias a la diversificación de sus inversiones.
Carlos Slim, el magnate mexicano, enfrentó desafíos similares con una caída en el valor de sus activos, particularmente en su empresa de telecomunicaciones Telmex. La depreciación de la moneda local frente al dólar contribuyó a una disminución de su riqueza estimada en 24.000 millones de dólares.
Françoise Bettencourt Meyers, heredera del imperio de cosméticos L’Oréal, también experimentó una disminución considerable en su fortuna debido a la desaceleración en el mercado de lujo, afectando así las ventas de L’Oréal en mercados clave como China.
Colin Huang, a quien muchos veían como el sucesor de Jack Ma en el comercio electrónico, sufrió una marcada reducción en su riqueza debido a una significativa caída en la cotización de las acciones de su empresa PDD Holdings, resultado de no cumplir las expectativas de beneficios.
Finalmente, Bill Gates, cuya fortuna ha sido símbolo de estabilidad en la lista de los más ricos, salió del Top 10 por primera vez en más de tres décadas. La reestructuración financiera tras su divorcio y sus continuas donaciones filantrópicas han impactado su posición en el ranking de millonarios.
Estos eventos reflejan la volatilidad del mercado y los retos que incluso las mayores fortunas enfrentan, destacando también la importancia de la diversificación y adaptabilidad en las estrategias de inversión de los ultrarricos.