Hubo un tiempo en el que la preferencia general era evitar los teléfonos con procesadores MediaTek debido a diversos problemas como actualizaciones, rendimiento inferior y problemas con los drivers. Sin embargo, esta percepción empezó a cambiar aproximadamente hace tres años, cuando MediaTek comenzó a equiparar y en algunos casos, superar a su competencia, especialmente a Qualcomm, en términos de rendimiento. Ejemplo de ello es el procesador MediaTek Dimensity 8100, que demostró un rendimiento sostenido equiparable a los de Qualcomm, rivalizando incluso con los procesadores de gama alta.
El Dimensity 9400 de MediaTek, utilizado en el OPPO Find X8 Pro, es un claro ejemplo de cómo MediaTek ha logrado desafiar la dominancia de Qualcomm y Apple en el segmento de gama alta en Europa. Se comparó también con el Snapdragon 8 Elite de Qualcomm, destacando que, aunque hay diferencias en los benchmarks, estas son mínimas y en el uso real prácticamente inapreciables. Esto sugiere que la potencia de procesamiento ha llegado a un punto de suficiencia tal que otros factores como la optimización del software juegan un papel más crucial en la experiencia del usuario.
Además, los dispositivos con MediaTek ya no enfrentan los problemas de actualizaciones anteriores, como demuestra la promesa de OPPO de cuatro años de actualizaciones de sistema para el Find X8 Pro. MediaTek ha alcanzado a Qualcomm no solo en el rendimiento del procesador sino también en la calidad de otros componentes esenciales como el procesador de imágenes (ISP), NPU y la compatibilidad con diversos drivers, indicando que la elección entre dispositivos con procesadores de Qualcomm o MediaTek hoy día no marca una diferencia significativa en la experiencia del usuario. La competencia entre ambos fabricantes de chips beneficia al consumidor final, ofreciendo alternativas de alto rendimiento sin importar la marca del procesador.
