Las grandes potencias globales están compitiendo estratégicamente en el desarrollo de las tecnologías cuánticas y la inteligencia artificial (IA). Rusia, aunque activa en la carrera cuántica, parece estar un paso detrás de líderes como Estados Unidos y China. Mientras que en el dominio de la IA, su participación ha sido más discreta, a pesar del anuncio de GigaChat en abril de 2023, una alternativa rusa a ChatGPT, lo que sugiere un intento de no quedarse atrás en la innovación tecnológica.
Vladimir Putin ha reconocido la necesidad de acelerar el progreso de Rusia en IA, dirigiendo al gobierno y a Sberbank para colaborar con China en el desarrollo de esta tecnología. Esta decisión refleja una estrategia de alianza con países con intereses similares, particularmente dentro del bloque de BRICS, que representa una parte sustancial de la población mundial y del PIB global. Rusia ve en BRICS, y especialmente en China, socios clave para fortalecer su posición en la escena tecnológica global.
La cooperación con China es considerada crucial para Rusia, ya que ambos países enfrentan sanciones por parte de Estados Unidos y sus aliados que afectan directamente a su capacidad para adquirir tecnología vital para el desarrollo de IA, como los semiconductores y las unidades de procesamiento gráfico (GPU). No obstante, China ha logrado avances significativos en IA, a pesar de las limitaciones impuestas, lo que posiblemente puede ofrecer a Rusia una via para contrarrestar el dominio tecnológico de Estados Unidos.
Sin embargo, el camino hacia una posición de liderazgo en tecnología de IA es complejo para Rusia. Según el Índice Global de IA de Tortoise Media, Rusia se encuentra lejos de los líderes en el desarrollo de esta tecnología, ocupando la posición 31 entre 83 países evaluados. Esta clasificación subraya el desafío que representa para Rusia alcanzar una significativa influencia global en IA, a pesar de sus esfuerzos por avanzar mediante cooperación estratégica, principalmente con China.
