estudia controles de exportación de tecnología para baterías de coches

La tensión comercial entre China y Estados Unidos ha escalado en los últimos años, con Washington y Pekín imponiendo restricciones sobre exportaciones clave. En 2022, Estados Unidos limitó la exportación de hardware avanzado para inteligencia artificial, mientras China respondió prohibiendo la exportación de materiales esenciales como el galio, germanio y antimonio. De cara al futuro, no parece que estas tensiones vayan a disminuir. Para 2025, China planifica imponer controles adicionales sobre la exportación de elementos cruciales para la fabricación de baterías y coches eléctricos, incluyendo el litio y el galio. Estas medidas buscan proteger y reforzar su dominio en el sector de vehículos eléctricos y tecnología de baterías.

La estrategia de China incluye la potencial adición de estos materiales al listado de elementos con exportación prohibida o restringida, lo que podría afectar a fabricantes de baterías occidentales que dependen de la tecnología china. Esta situación sugiere un cambio en el paisaje global de manufactura y comercio de tecnologías esenciales, como las baterías para vehículos eléctricos. Además, el contexto político en Estados Unidos, con el cambio de administración a Donald Trump, introduce incertidumbre sobre cómo se desarrollarán estas tensiones comerciales.

China lidera la producción de materiales clave como el galio y el litio, fundamentales en la fabricación de dispositivos electrónicos y coches eléctricos. Estos movimientos de restricción comercial tienen implicaciones significativas no solo para la industria tecnológica y automotriz, sino también para la geopolítica y la estrategia económica global. Ambas naciones disputan el liderazgo en tecnologías cruciales del futuro, en un contexto donde los recursos naturales y la innovación tecnológica son piezas centrales del poder económico y político.