En el ámbito del gaming en PC, AMD y NVIDIA se destacan como líderes del sector de las GPUs, a pesar de la entrada de Intel con sus tarjetas Arc. NVIDIA sobresale por la potencia y la tecnología basada en la IA de sus gráficas, mientras que AMD ha estado acelerando su innovación para competir. Originalmente, el gran rival de NVIDIA no era AMD sino ATI, que eventualmente fue absorbida por AMD en 2006.
ATI, fundada en 1985 en Canadá, fue sinónimo de innovación en la década de los 90, presentando productos revolucionarios como las GPU Mach y All-in-Wonder. Sin embargo, en la lucha por la supremacía del 3D, aunque ATI tenía presencia, 3dfx dominaba con sus tarjetas VooDoo, impulsadas por juegos como Doom y Quake. A pesar de ello, ATI siguió innovando con lanzamientos como las 3D Rage y la famosa línea Radeon, que marcaron hitos en la compatibilidad con DirectX9 y se establecieron en el mercado de PCs, portátiles y consolas.
NVIDIA, por su parte, enfrentó dificultades pero logró sobrevivir y prosperar, adquiriendo tecnologías de 3dfx y estableciéndose en el mercado con acuerdos con fabricantes de consolas como Sony y Microsoft. La compra de ATI por AMD en 2006 marcó el fin de ATI como marca en 2010, aunque AMD continuó su legado desarrollando GPUs competitivas bajo la marca Radeon.
ATI, en su apogeo, tuvo la oportunidad de superar a NVIDIA, pero la falta de ambición comercial le impidió aprovechar plenamente su momento. ATI también jugó un papel importante en el mercado de consolas, colaborando en el desarrollo de la GPU para Nintendo GameCube y más tarde para Xbox 360 y Wii, mientras que NVIDIA se enfocó en PlayStation 3.
Finalmente, la absorción de ATI por AMD llevó a la consolidación de la marca Radeon y al impulso de las APU, combinando CPU y GPU. A pesar de los desafíos y la competencia de NVIDIA, ATI dejó un legado duradero en la tecnología de gráficos, con sus innovaciones y tecnologías aún influyendo en la industria hoy en día.
