Los centros de datos son una bomba de CO₂. Microsoft cree que tiene la clave para desactivarla: madera

La industria tecnológica se enfrenta a dos grandes desafíos: la descarbonización y el manejo eficiente de la energía que consumen la inteligencia artificial y los centros de datos. Con el fin de alcanzar los objetivos para 2050 de reducir las emisiones de CO2, la industria busca alternativas para minimizar su impacto ambiental. En este contexto, la madera, material históricamente superado por el acero y el hormigón debido a sus emisiones de CO2 y su impacto en las reservas de arena, resurge como una solución viable y ecológica, especialmente en la construcción de edificaciones de gran altura y, ahora, centros de datos.

Microsoft propone utilizar madera en la construcción de sus centros de datos en Virginia como parte de un proyecto piloto. La utilización de paneles de madera contralaminada (CLT) como material fundamental destaca por ser una alternativa sostenible frente al acero y el hormigón, reduciendo significativamente las emisiones de carbono en el proceso constructivo hasta en un 65% comparado con estructuras de hormigón. Este método no solo disminuye la huella de carbono, sino que, siendo la madera un material más liviano y prefabricado, facilita una construcción más rápida y requiere menos mano de obra.

Aparte de la madera, Microsoft explora la producción de «acero verde», otra innovación ambiental que promete reducir las emisiones de carbono en la manufactura del acero al reemplazar el carbón por hidrógeno en su proceso de producción. Este enfoque refleja una conciencia creciente en la industria sobre la importancia de la sostenibilidad y el desarrollo de tecnologías y materiales eco-amigables.

Este giro hacia materiales sostenibles no solo responde a la creciente demanda energética y ambiental, sino que también plantea desafíos y oportunidades para lograr una industria tecnológica más verde. Sin embargo, el éxito de estas iniciativas dependerá de su capacidad para adaptarse, la investigación continuada y la voluntad de superar los retos asociados para lograr sus objetivos de neutralidad de carbono para 2030 y eliminar completamente sus emisiones para 2050.