Apple está impulsando la diversificación de su producción de iPhones fuera de China, eligiendo a India como su principal destinatario alternativo. Este movimiento, que se ha venido gestando desde hace tiempo, ha recibido un impulso significativo recientemente. La estrategia está siendo ejecutada con cautela para evitar conflictos con Beijing, que observa con preocupación la posibilidad de perder su posición dominante en la cadena de suministro global.
La razón detrás de esta estrategia de diversificación incluye la necesidad de Apple de minimizar riesgos ante una geopolítica inestable y el aumento de los costos laborales en China, que ya no ofrece mano de obra tan económica como antes. Actualmente, la producción de iPhones en India representa el 15% del total global, con expectativas de crecer al 25% para 2027. Este cambio podría ser uno de los mayores en la economía mundial, alterando dinámicas de larga data donde China ha sido la principal base manufacturera de Apple.
La iniciativa de Apple, descrita como «China Plus One», busca añadir destinos de manufactura adicionales sin abandonar completamente China. Esta decisión ha sido motivada por tensiones comerciales con EE. UU., problemas logísticos durante la pandemia, restricciones chinas al uso de dispositivos Apple por parte de funcionarios, y nuevas amenazas arancelarias.
Sin embargo, China está intentando obstaculizar este éxodo, dificultando el traslado de técnicos chinos a India, restringiendo la exportación de equipos críticos y bloqueando la entrada de fabricantes chinos en India, además de imponer trabas regulatorias a servicios de Apple.
Por su parte, India está capitalizando la oportunidad, destinando recursos significativos para fomentar la producción de smartphones y atraer inversiones extranjeras. Grandes conglomerados indios, como Tata, y estados como Tamil Nadu y Karnataka, están compitiendo por convertirse en centros de manufactura clave para Apple. La producción del iPhone 16 en India marca un hito para el país.
En resumen, Apple busca realizar una transición delicada, reduciendo su dependencia de China sin cortar lazos completamente, en un contexto geopolítico complicado que exige una diversificación de su cadena de suministro para asegurar la estabilidad y el crecimiento a largo plazo.
