La nave Starship de SpaceX ha experimentado dos explosiones consecutivas, lo que ha generado preocupaciones sobre las recientes mejoras en su diseño. A pesar de estos contratiempos, Elon Musk mantiene una perspectiva optimista, anunciando planes para lanzar Starship hacia Marte el próximo año con el robot antropomórfico Optimus a bordo. Musk sugiere que si estos lanzamientos no tripulados son exitosos, los vuelos con humanos podrían empezar entre 2029 y 2031. Este anuncio se produce en un momento en que SpaceX se prepara para enviar cinco Starships no tripuladas a Marte durante la siguiente ventana de lanzamiento en noviembre de 2026, coincidiendo casi con la misión Artemis III de la NASA, que marcará el regreso del hombre a la Luna.
Musk ha posicionado la colonización de Marte como la prioridad principal de SpaceX, incluso calificando a la Luna como una «distracción». Este enfoque refleja la importancia que tanto Musk como figuras políticas, como Donald Trump, han otorgado a la conquista de Marte, poniendo en duda el futuro del programa Artemis de la NASA.
Recientemente, Starship introdujo una nueva versión, Starship Block 2, que ha sufrido fallos en sus dos últimos vuelos debido a problemas técnicos complejos, incluidas «oscilaciones armónicas» y un «evento energético» que resultaron en la pérdida de motores y control de la nave. Informaciones filtradas sugieren que estos problemas están relacionados con el diseño de los tubos que llevan combustible a los motores, que se ven afectados negativamente por vibraciones especialmente después de la separación de etapas.
A pesar de estos desafíos, Musk considera este último fallo como un revés menor, manteniendo su confianza en que Starship estará lista para volver a volar pronto. Este compromiso refleja el enfoque audaz de Musk hacia la exploración espacial y su voluntad de superar obstáculos técnicos para alcanzar objetivos ambiciosos en el espacio.
