China se ha consolidado como el líder mundial en la producción de baterías de litio, esenciales para el funcionamiento de coches eléctricos y una amplia gama de dispositivos electrónicos. Al controlar el 57% de la fabricación de estas baterías, y con gigantes como CATL y BYD representando una cuota de mercado del 34% y el 16% respectivamente en 2023, su dominio es contundente. Este liderazgo se ha alcanzado gracias a ser el mayor productor mundial de litio y tierras raras, así como al control del procesamiento de estos materiales, permitiéndole ofrecer baterías de alta calidad a precios competitivos.
Detrás de esta posición dominante está el plan «Made in China 2025», anunciado por el presidente Xi Jinping, que buscaba posicionar a China como líder mundial en trece tecnologías estratégicas, incluida la producción de baterías de litio. Aunque China no lidera todas estas áreas, ha logrado un progreso significativo en sectores clave como vehículos aéreos no tripulados, paneles solares, grafeno y trenes de alta velocidad, además de su ya mencionado liderazgo en la industria de baterías de litio.
En apenas una década, China ha aumentado su cuota de mercado de baterías de litio del 50% al 80%, demostrando un crecimiento impresionante en su capacidad de producción. En 2015, la producción mundial de baterías de litio era de 42 GWh, cifra que se ha disparado hasta los 1.400 GWh proyectados para 2024, gracias en gran medida al impulso chino. La influencia de China en este mercado es tal que otras regiones, incluyendo Europa, Norteamérica y la APAC (excluyendo China), mantienen una cuota de mercado relativa de tan solo el 6 o 7% cada una, sin que, a medio plazo, parezca probable que el liderazgo chino se vea amenazado.
Este dominio absoluto en la fabricación de baterías de litio subraya la importancia estratégica de China en la cadena de suministro global de tecnología avanzada y su papel crucial en la transición hacia la movilidad eléctrica y el uso de energías renovables.