lo llamó Bob y acabó siendo un fracaso estrepitoso

Microsoft, con medio siglo de existencia, es un ejemplo sobresaliente de adaptación y relevancia en el cambiante mundo tecnológico. A diferencia de otras compañías como Kodak o BlackBerry, que experimentaron momentos de auge seguidos de declive, Microsoft ha mantenido un nivel constante de innovación y crecimiento. Actualmente, es una de las empresas más valiosas del mundo, destacándose en áreas críticas como la computación en la nube, la inteligencia artificial y los videojuegos.

El éxito continuo de Microsoft se puede atribuir a su capacidad para reinventarse, manteniendo una presencia dominante en el sector tecnológico. Windows, aunque ya no ocupa el centro del modelo de negocio de Microsoft, sigue siendo muy importante, instalado en más del 70% de las computadoras del mundo. Esta universalidad es un testimonio del impacto a largo plazo de Microsoft en la informática personal, facilitando el acceso y la usabilidad del software para una audiencia global amplia.

Un capítulo interesante en la historia de la compañía es «Microsoft Bob», una innovación que intentaba hacer la computación más accesible y menos intimidante para los nuevos usuarios en la década de 1990. Aunque Bob no fue recibido favorablemente y se considera un fracaso comercial debido a su diseño infantil y requisitos técnicos elevados, indicó el compromiso de Microsoft con la experimentación y la mejora de la experiencia del usuario. Curiosamente, restos de Microsoft Bob se incluyeron como datos de relleno en el CD de instalación de Windows XP, marcando irónicamente su presencia en uno de los sistemas operativos más exitosos de la compañía.

Microsoft Bob puede no haber tenido éxito, pero personajes como Rover, el asistente animado, dejaron un legado duradero, demostrando la voluntad de Microsoft de explorar nuevas ideas para mejorar la interacción del usuario. A pesar de los fracasos, como Bob, Zune, Windows Vista y Windows Phone, Microsoft ha demostrado una notable capacidad para aprender de sus errores y seguir avanzando. Esta resiliencia y disposición para innovar han asegurado su posición como una fuerza dominante en la tecnología, destacando su historia como una mezcla de audacia, creatividad y adaptación.