Un espía norcoreano intentó infiltrarse en una criptoempresa. No esperaba que le preguntaran por Halloween

El mundo del espionaje ha evolucionado significativamente con el auge del ciberespionaje y la infiltración laboral, alejándose de la imagen arriesgada, solitaria y, en ocasiones, lujuriosa retratada en el cine, los videojuegos y las historias de agentes dobles. Esta transformación es evidente en casos recientes donde la tecnología y la ingeniería social juegan roles clave. Un ejemplo notable es el intento de un presunto espía norcoreano de conseguir empleo en Kraken, un banco y exchange de criptomonedas estadounidense, bajo el nombre de Steven Scott Jr. Smith. A pesar de afirmar tener 11 años de experiencia en empresas respetables y dos años de residencia en Houston, Texas, su comportamiento en una entrevista de trabajo levantó sospechas, especialmente al responder a preguntas fuera de contexto y exhibir inconsistencias en su identificación y conocimiento local.

La investigación de Kraken reveló que el impostor utilizaba un escritorio Mac en un centro de datos compartido y se conectaba mediante una VPN para ocultar su ubicación y actividad en red. Este caso subraya un patrón observado en otras investigaciones, con espías que emplean VPNs para simular estar en Estados Unidos mientras operan desde Corea del Norte o China. Además, se destacan las estrategias de espionaje y robo, no solo para acceder a secretos comerciales y tecnológicos, sino también para financiar programas de armas nucleares en Corea del Norte mediante empleos remotos en empresas occidentales.

El espionaje con fines industriales y tecnológicos también es una preocupación con actores como China, quien busca obtener secretos comerciales y conocimiento tecnológico, especialmente en la industria de los semiconductores. Ejemplo de esto fue el robo de información confidencial sospechoso de un exempleado de ASML a favor de Huawei y el caso similar con SK Hynix. Este fenómeno representa un desafío mayúsculo tanto para Occidente como para China, donde incluso los estudiantes chinos en el extranjero son vistos con cautela. Este panorama subraya la complejidad del espionaje moderno y la creciente importancia de medidas de seguridad y vigilancia corporativa e internacional para contrarrestar estas amenazas.