Jensen Huang, cofundador y CEO de NVIDIA, ha estado recientemente en China defendiendo los intereses de su empresa ante las restricciones impuestas por Estados Unidos que afectan sus operaciones en el país asiático. NVIDIA, que durante el último ejercicio fiscal generó alrededor del 13% de sus ingresos en China, equivalentes a unos 17.000 millones de dólares, considera a China su tercer mejor cliente después de Estados Unidos y Taiwán. A pesar de las tensiones con el gobierno estadounidense, Huang está comprometido en mantener y defender la presencia de NVIDIA en el mercado chino.
Durante una charla en Pekín, Huang elogió los modelos de inteligencia artificial (IA) chinos de DeepSeek, Qwen y Kimi, destacando su nivel de competitividad. Esta alabanza se produce en un momento crucial para NVIDIA, que busca reforzar lazos con el mercado chino, especialmente tras haber obtenido una promesa de la administración Trump que permitiría a NVIDIA retomar la venta de su chip GPU H20 en China. Este chip había sido bien recibido en el mercado chino a pesar de sus limitaciones comparativas, y su venta se había incrementado significativamente.
Sin embargo, la situación para NVIDIA se complicó cuando el Departamento de Comercio de Estados Unidos impuso nuevas restricciones a la exportación de la GPU H20, lo que efectivamente detuvo su distribución en China. NVIDIA ahora se enfrenta al desafío de reintroducir su GPU H20 en un mercado donde Huawei, su principal competidor, se está fortaleciendo considerablemente. Huawei presentó su GPU Ascend 920, destinada a ocupar el espacio dejado por el H20 y comenzará a producirse a gran escala en la segunda mitad de 2025 con tecnología de 6 nm.
Este contexto subraya el delicado equilibrio que empresas como NVIDIA deben mantener en la escena global, navegando entre las regulaciones gubernamentales y la competencia en mercados clave como China, donde los avances en tecnología de IA y las capacidades computacionales representan una parte crítica de su estrategia de negocio.