Hace casi dos milenios, Zhang Heng, un destacado erudito de la dinastía Han del Este en China, creó el Houfeng Didong Yi, un dispositivo mecánico avanzado para su época capaz de detectar terremotos distantes y apuntar a su dirección gracias a una serie de dragones que soltaban bolas de bronce en las bocas de sapos situados estratégicamente alrededor de una vasija. Este invento, señalado como un prodigio de la tecnología mecánica y la observación sísmica, desapareció en el curso de la historia, llevándolo al reino de las leyendas.
Sin embargo, en un esfuerzo por recuperar este notable aparato y su legado, un equipo de científicos chinos bajo la dirección del profesor Xu Guodong del Instituto de Prevención de Desastres de Hebei, está trabajando para reconstruir el Houfeng Didong Yi. Apoyándose en descripciones antiguas y aplicando principios modernos de dinámica estructural, Xu y su equipo han desarrollado un prototipo funcional que espera no solo demostrar la viabilidad de este antiguo sismoscopio sino también restaurar su posición en la historia de la ciencia.
El trabajo de reconstrucción implica un enfoque meticuloso para comprender y replicar los mecanismos internos del dispositivo, incluido el innovador uso de un péndulo que, con un mínimo desplazamiento, podía traducir las vibraciones sísmicas en una alerta visual y precisa del origen de un terremoto. Este enfoque refleja el avanzado conocimiento y la habilidad técnica de los antiguos chinos en el campo de la ingeniería y la sismología.
Más allá de restaurar un artefacto, el proyecto aspira a reivindicar el papel de la antigua ciencia china dentro del canon global del conocimiento científico, desafiando la noción de que la comprensión de los terremotos y su detección es un dominio exclusivo de tecnologías modernas como los satélites o la inteligencia artificial.
La vida y obra de Zhang Heng también reciben una nueva evaluación en este contexto. Reconocido por sus contribuciones en astronomía y su habilidad como inventor, Zhang enfrentó desafíos debido a la política y la interpretación de desastres naturales como presagios divinos, elementos que posiblemente contribuyeron a su caída en desgracia y al eventual olvido de su invento.
Al reconstruir el Houfeng Didong Yi, Xu y su equipo no solo buscan honrar la ingeniería y el ingenio de Zhang Heng sino también reconectar con una parte perdida de la historia que evidencia el temprano esfuerzo humano por comprender y actuar ante las fuerzas de la naturaleza.
