El debate sobre si debería permitirse fumar dentro de los coches ha cobrado relevancia en España, tras sugerencias de una posible prohibición para proteger la salud de los pasajeros, especialmente niños, y evitar distracciones al conductor. Actualmente, es ilegal fumar en coches de alquiler y servicios de coche compartido, como ha descubierto un usuario de la plataforma de carsharing Miles en Berlín, quien fue multado con 100 euros por supuestamente fumar en el vehículo, una acusación que niega, afirmando que ni siquiera es fumador.
Para monitorear el cumplimiento, los vehículos de Miles están equipados con detectores de humo que emitieron avisos durante un viaje corto que el conductor afirma no haber fumado. GameStar Tech reporta que la empresa se basó en los registros del detector para justificar la sanción de 100 euros, a pesar de las protestas del conductor.
La controversia se extiende más allá de este caso, con quejas similares de otros usuarios sancionados injustamente, lo que plantea dudas sobre la confiabilidad de estos dispositivos. Estos incidentes resaltan la disparidad entre la palabra del conductor contra los datos recopilados por la empresa.
El detector, desarrollado por Bosch, afirma ser capaz de distinguir entre un fumador activo y alguien que simplemente lleva el olor a tabaco, empleando inteligencia artificial para alertar al centro de gestión de la flota. Sin embargo, casos como el del conductor sancionado sugieren que la tecnología aún puede generar falsos positivos, afectando a usuarios inocentes.
Este debate subraya la tensión entre la necesidad de mantener un ambiente saludable y seguro en vehículos compartidos y la precisión de la tecnología empleada para hacer cumplir tales políticas. La situación en España, donde se considera la prohibición de fumar en todos los vehículos como espacios de trabajo, podría influir en futuras regulaciones y en el diseño de tecnologías de monitoreo.
