El Samsung Galaxy S25 FE es una alternativa más económica a la gama alta de Samsung que intenta mantener la esencia de alta gama a un precio reducido de 759 euros. Con dimensiones de 161,3 x 76,6 x 7,4 mm y un peso de 190 gramos, ofrece una pantalla AMOLED de 6,7 pulgadas, resolución FullHD+ de 2.340 x 1.080p, 120 Hz de tasa de refresco y 1.900 nits de brillo máximo.
Internamente, el Galaxy S25 FE cuenta con un procesador Exynos 2400, opciones de 8 GB o 12 GB de RAM y almacenamiento de 128 GB, 256 GB o 512 GB, expandible mediante microSD. La batería es de 4.900 mAh, con soporte para carga rápida de 45 W por cable y 25 W inalámbrica, además de carga inversa inalámbrica.
El conjunto de cámaras se compone de una principal trasera de 50 MP, una telefoto de 12 MP con zoom óptico de hasta 3x, una gran angular de 8 MP, y una cámara frontal de 12 MP. Ofrece grabación de vídeo hasta en 8K UHD con la cámara trasera.
El dispositivo corre One UI 8 basado en Android 16, prometiendo actualizaciones por siete años, lo que garantiza una larga vida útil en términos de software. A nivel de diseño, comparte estilo con el Galaxy S25+, con bordes rectos que resultan algo molestos sin funda. La autonomía es destacada, ofreciendo más de un día de uso incluso en condiciones exigentes.
La cámara, sin ser extraordinaria, es competente en la mayoría de situaciones, ofreciendo versatilidad y calidad suficiente para el usuario promedio. Sin embargo, las condiciones de baja luminosidad pueden representar un reto.
En conclusión, el Galaxy S25 FE se presenta como una opción sólida para quienes buscan características de gama alta sin pagar el precio premium de los modelos más top, equilibrando bien el rendimiento, el diseño y las capacidades de cámara con una experiencia de software actual y garantizada a largo plazo.
