La nueva línea de MacBook Pro con chip M5 de Apple trae un cambio significativo en su empaque para clientes de ciertos países, entre ellos España e Italia: la ausencia del adaptador de corriente en la caja. Esta medida sigue la tendencia iniciada por Apple en 2020 con los iPhone, eliminando el cargador para reducir residuos electrónicos y emisiones de carbono. La compañía se adelanta así a la directiva europea que, desde abril de 2026, obligará a los fabricantes a ofrecer dispositivos sin cargadores, promoviendo el uso del conector universal USB-C y la disminución de la producción de residuos. A pesar de que el MacBook Pro M5 se ofrece a un precio 100 euros menor que la generación anterior, los usuarios tienen la opción de adquirir un adaptador de corriente compatible por un precio adicional. Es importante destacar que no es necesario comprar el cargador oficial de Apple, ya que en el mercado existen alternativas de terceros que cumplen con los estándares de carga USB-C Power Delivery. La práctica de no incluir cargadores podría cambiar la manera en que los dispositivos usados son vendidos o transmitidos, incentivando a considerar si se debe o no incluir el cargador al venderlos. Apple no ha confirmado si esta política se aplicará en toda la Unión Europea, pero se espera que la adaptación a la normativa impulse un cambio en la industria hacia soluciones de carga más universales y sostenibles.
