Hace más de un año, *Xataka* reportó sobre Humane, una intrigante startup cofundada por ex empleados de Apple, destacando su promesa de desarrollar una plataforma de inteligencia artificial (IA) que fusiona hardware y software. Sin embargo, su producto estelar, el «AI Pin», presentado en el MWC 2024, ha sido recibido con fuerte escepticismo, catalogándose como un fracaso por los primeros análisis. A pesar de un inicio poco prometedor y despidos previos al lanzamiento, Humane ha acumulado $230 millones en financiación a través de varias rondas, con notable inversión de figuras como Sam Altman y empresas como Microsoft.
La compañía, con más de 250 empleados, ha estado bajo el escrutinio público, especialmente después de que su primer producto, el AI Pin, valorado en $700 más un contrato de servicio mensual, no cumplió con las expectativas. La estrategia de inversión sugiere que la rentabilidad no era el objetivo inmediato con este primer lanzamiento; en cambio, se plantean dudas sobre si Humane busca establecerse como un fabricante de hardware viable o posicionarse para una potencial adquisición.
Los fundadores de Humane comparan críticamente el escepticismo inicial hacia su producto con las dudas iniciales que enfrentaron el iPhone y Tesla, sugiriendo una curva de aprendizaje y adaptación para los consumidores. Sin embargo, esta ambiciosa comparación no alivia las preocupaciones sobre la ejecución y las altas expectativas establecidas por la empresa. Con un comienzo comercial turbulento, Humane está ahora en el desafío de transformar la percepción y mejorar su oferta de productos para alinearla más de cerca con sus promesas originales.