240 km sin curvas, en pleno desierto y con tráfico de camiones

La Highway 10 en Arabia Saudí, reconocida por el récord Guinness, ostenta la distinción de ser la carretera más recta del mundo con un tramo de 240 kilómetros sin desviaciones. Este segmento pertenece a una autopista de 1.480 kilómetros que conecta Ad Darb y la frontera con Emiratos Árabes Unidos, siendo especialmente notable entre Haradh y Al Batha. Originalmente, fue construida como una ruta privada para el rey Fahd, pero hoy es una vía crucial para el transporte de mercancías. La carretera atraviesa el Rub’ al Khali o Cuarto Vacío, el mayor desierto de arena, lo cual permite su trazado lineal gracias a la ausencia de accidentes geográficos significativos.

A lo largo de este trayecto, los vehículos se adhieren a límites de velocidad que varían según el tipo, aunque se anunciaron incrementos hasta los 140 km/h para vehículos ligeros en 2018. Sin embargo, el tráfico pesado suele hacer difícil mantener estas velocidades. La monotonía del paisaje desértico y la falta de estímulos visuales definen esta ruta como un desafío mental más que físico para los conductores, sumándose el riesgo de camellos errantes.

Para combatir los peligros de conducir en esta vía tan uniforme, se han implementado medidas de seguridad mejoradas, como arcenes asfaltados, «ojos de gato», y señalización adecuada. Antes de que la Highway 10 reclamara su título, la Eyre Highway en Australia era famosa por su tramo recto de 146 kilómetros. Otras carreteras notables por sus largas rectas incluyen la ND-46 en Dakota del Norte, EE. UU., y ciertas secciones de la Ruta 40 en Argentina, que, aunque no son tan largas, presentan kilómetros de monotonía visual semejante.