niñeras multimillonarias para familias que compiten por el mejor talento

Cassidy O’Hagan, de 28 años, trabaja como parte de un equipo de cuidado infantil en una lujosa villa en las Maldivas, un empleo que refleja una tendencia laboral emergente entre los jóvenes. Este fenómeno, impulsado por la percepción de un mercado corporativo inestable y la competencia con la inteligencia artificial, ha llevado a numerosos miembros de la Generación Z a buscar empleo en el servicio privado de familias ultrarricas. Este sector incluye puestos como niñeras, asistentes personales, y chefs privados, roles que a menudo vienen acompañados de salarios que varían entre los 100.000 y 250.000 dólares anuales en EE. UU., e incluso mayores en el Reino Unido.

La expansión de la riqueza global, y con ella la aparición de una clase media-alta considerable, ha creado una gran demanda de estos servicios domésticos altamente remunerados. Centros de riqueza como Palm Beach evidencian este boom, donde la demanda por niñeras calificadas supera la oferta, incluso con salarios exorbitantes y beneficios considerables.

Sin embargo, pese a las cifras atractivas y las experiencias exclusivas, estos empleos demandan una gran disponibilidad y compromiso, con jornadas que pueden extenderse por más de 70 horas a la semana. Además, requieren una discreción absoluta, lo que coloca a estos trabajadores en una posición de cercanía sin pertenencia, conociendo íntimamente a sus empleadores sin formar parte de su mundo.

Este giro hacia el sector de servicio privado entre la juventud no solo refleja un cambio laboral, sino que también plantea interrogantes sobre la estructura social y económica que prioriza este tipo de empleo por encima de carreras más autónomas y creativas. La tendencia marca una sociedad que, cada vez más, se divide entre aquellos que pueden pagar por los servicios personales más exclusivos y aquellos que, por necesidad o elección, los proveen, delineando así un contraste significativo en las oportunidades laborales y las trayectorias de vida.