El entusiasmo por demostrar que el icónico videojuego ‘Doom’ puede ejecutarse en dispositivos inusuales ha llevado a la comunidad a realizar pruebas en una amplia variedad de hardware, desde calculadoras hasta tests de embarazo modificados. Sin embargo, la última hazaña ha elevado el listón, logrando ejecutar ‘Doom’ en una impresora de tickets. Esta impresora, lejos de ser un modelo convencional, se revela como una unidad con todas las funciones de un ordenador, incluido un sistema operativo embebido y diversas conexiones físicas y de red, lo que facilitó el desafío.
Al explorar el interior del dispositivo, se descubre una estructura robusta y equipada que contradice su apariencia externa, presentándose como un ordenador industrial completo más que como una simple impresora. Esto permitió al canal Bringus Studios no solo ejecutar ‘Doom’ sino transformar el papel impreso en la pantalla del juego, creando una experiencia de juego única, aunque no exenta de desafíos técnicos como el sobrecalentamiento del cabezal térmico debido a la intensidad de la tarea.
La experimentación se extendió con la prueba de otro juego, ‘Half-Life’, para el cual se ajustaron las configuraciones de impresión obteniendo resultados visualmente más claros y permitiendo una experiencia de juego documentada en papel. A pesar de las limitaciones prácticas y técnicas, el proyecto demostró que incluso los dispositivos diseñados para tareas mundanas pueden reimaginarse como plataformas de entretenimiento, subrayando la creatividad y persistencia de la comunidad en buscar nuevos medios para ejecutar videojuegos clásicos.
Este proyecto retoma el cuestionamiento filosófico y técnico sobre los límites del hardware y su capacidad para ejecutar entretenimiento interactivo, proveyendo una narrativa fascinante no sólo sobre la iteración de videojuegos en hardware no convencional sino también sobre el potencial oculto en los dispositivos cotidianos. La impresora de tickets, entonces, se convierte en un testimonio de ingenio y curiosidad, documentando y expandiendo la cultura de jugar ‘Doom’ en hardware improbable.
