Las tradwife llevan años siendo tendencia en EEUU. Ahora España tiene a su particular ejemplo: Roro

Rocío López Bueno, conocida como «Roro» en TikTok, pasó de publicar videos de entrenamientos y dietas a convertirse en un fenómeno viral y controvertido con su contenido enfocado en cómo preparar distintos platillos y manualidades principalmente para su novio, Pablo. Su video viral preparando pappardelle con ragoût de pato a la naranja acumuló más de 47 millones de visualizaciones, marcando su tránsito a influencer y generando debate sobre si representa el resurgimiento de las tradwives, mujeres que adoptan y promueven un regreso a los roles tradicionales de género, buscando satisfacer las necesidades de sus parejas a través del cuidado del hogar y renunciando a la participación laboral externa.

Esta tendencia, conocida por su reverencia hacia los valores y estilos de vida de mediados del sigío XX, ha obtenido visibilidad y cierto respaldo en redes sociales, aunque también ha suscitado críticas por considerar que promueve un modelo de sumisión femenina y puede ser un vehículo para la difusión de ideologías conservadoras y antifeministas. A pesar de que Roro aclara que su contenido y dedicación a tareas domésticas es por gusto personal y no supone una sumisión hacia su pareja, sus detractores indican que la estética y el contenido que comparte en redes sociales muestran paralelismos con el movimiento tradwife.

Por otro lado, su emergencia como figura mediática propicia un debate sobre la libertad individual de escoger estilos de vida que parecieran ir en contra de ciertos ideales feministas contemporáneos, planteando preguntas sobre el alcance y límites de la autonomía personal en la representación y promoción de roles de género tradicionales en la era digital, al tiempo que propicia reflexiones sobre quién constituye la audiencia primaria de este tipo de contenido y cómo estos impactan o son influenciados por corrientes ideológicas más amplias.