Por primera vez, China ha tomado la delantera a Europa en el desarrollo de nuevos fármacos, marcando un hito en la producción de nuevos principios activos. Este logro, evidenciado en 2023, sugiere que China podría superar eventualmente a Estados Unidos, país que actualmente lidera el sector a nivel mundial. Este avance no es un hecho aislado, sino un indicador de un cambio de ciclo en una industria reconocida por su complejidad y alta demanda de inversión y conocimiento especializado.
Europa, que había sido un pilar en la farmacéutica global, enfrentó su vulnerabilidad al inicio de la pandemia, evidenciado por la incapacidad de producir componentes básicos como el Paracetamol. Este problema, inicialmente percibido como un tema de externalización productiva, ha revelado desafíos mayores ligados a la inversión y la innovación. Aunque los números muestran que Estados Unidos mantiene el liderazgo por ahora, con 28 nuevas moléculas desarrolladas en 2023 frente a 17 de Europa, China sorprende con 25, acercándose peligrosamente al liderazgo del sector.
El panorama revela que, pese a una sólida base farmacéutica en Europa, con significativas inversiones en I+D y un robusto sector de exportación, está emergiendo una dinámica de migración de la investigación y desarrollo hacia nuevos polos de innovación como Brasil, China, Corea e India. Esta transición se ve impulsada por problemas estructurales en Europa, tales como obstáculos regulatorios, incremento en los costos de I+D y políticas de austeridad fiscal que han debilitado la posición del continente en el espectro global.
La Federación Europea de la Industria Farmacéutica apunta a decaimientos en la inversión europea en I+D, lo que evidencia la necesidad de una reflexión profunda sobre el futuro del sector en Europa. Además, conflictos recientes en ámbitos como la inteligencia artificial ilustran la creciente brecha entre Europa y los líderes globales en términos de innovación y regulación. En un mundo cada vez más dinámico, Europa está llamada a revisar sus estrategias para no quedar rezagada en sectores críticos como el farmacéutico.
