En Japón la gente no para de comprar, pero no tienen quién lleve la mercancía. Su solución es una épica cinta de 500 km

Japón enfrenta un ambicioso proyecto de ingeniería para solucionar varias crisis simultáneas relacionadas con la logística, la demografía y el medio ambiente. La iniciativa, apoyada por el Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo, contempla la construcción de una red de cintas transportadoras que cubrirá los 500 km entre Tokio y Osaka. Este sistema, denominado Autoflow-Road, está destinado a transportar mercancías a lo largo de esta ruta, buscando responder a la escasez de conductores de reparto y a la creciente demanda de carga, problemas agravados por la rápida disminución de la población y la fuerza laboral en Japón.

Además de mitigar la escasez de personal para la conducción de camiones, este proyecto tiene el potencial de descongestionar las rutas más transitadas del país. Se estima que la cinta podrá manejar la carga equivalente a 25,000 camiones por día, lo cual tendría un impacto significativo en la reducción del tráfico y, por consiguiente, en la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero. Este enfoque no solo aborda de manera directa la crisis logística, sino que también contribuye a los esfuerzos del país por combatir el cambio climático.

Otro problema existente es la dificultad en la entrega de paquetes provocada por el auge del comercio electrónico y la consiguiente demanda de servicios de paquetería. Con un considerable porcentaje de envíos en riesgo de no ser entregados debido a la falta de mano de obra, la implementación de Autoflow-Road promete ser una solución eficiente, asegurando que los paquetes lleguen a su destino sin inconvenientes.

La planificación del proyecto sugiere que podría estar operativo para 2034, usando paletas eléctricas automatizadas para el transporte de una amplia gama de mercancías. Este sistema futurista de transporte de carga, que se ubicará tanto en túneles subterráneos como en vías aéreas, promete minimizar el impacto en la congestión de tráfico a nivel del suelo. El diseño y construcción del proyecto se inspiran en sistemas de cintas transportadoras existentes en la industria minera, reutilizando infraestructura básica y adoptando innovaciones tecnológicas para su desarrollo.

El proyecto se enfrenta al desafío de sustituir a un sistema de transporte de carga tradicionalmente dependiente de camiones por una solución más sostenible y eficiente. Además, responde a una necesidad urgente de adaptarse a una fuerza laboral decreciente y una demanda creciente de servicios logísticos eficientes. Si tiene éxito, podría no solo revolucionar la logística en Japón, sino también servir como modelo para otros países que enfrentan desafíos similares.