China tiene una réplica de 12 ciudades europeas con barrios parisinos y parte de la Alhambra. Y pertenece a Huawei

Huawei, la gigante tecnológica china, ha experimentado un considerable crecimiento e innovación en los últimos años, pese a las tensiones comerciales con Estados Unidos. El lanzamiento de su teléfono Mate 60 Pro marcó un hito en la competencia global de tecnología, evidenciando el avance de Huawei más allá de las expectativas occidentales. Este dispositivo fue un símbolo de desafío y superación en el contexto de la guerra comercial, logrando colocar a Huawei nuevamente entre los líderes de ventas y destacándose en el desarrollo de chips de IA para competir con gigantes como Nvidia.

En otro frente, Huawei ha realizado fuertes inversiones en Investigación y Desarrollo (I+D), resultando en la creación de impresionantes campus en China, como el Shanghai Research Center y el Ox Horn Campus en Songshan Lake, Guangdong. Este último, que comenzó a operar en 2019 y costó aproximadamente 5.100 millones de euros, recrea la arquitectura de 12 ciudades europeas distintas en su diseño, con el propósito de fusionar estilos culturales y avanzar en innovación tecnológica.

Este campus, también conocido como la «ciudad europea de Huawei», es una muestra del enfoque ambicioso de la empresa por crear un entorno de trabajo estimulante para sus empleados, ofreciendo facilidades como restaurantes internacionales, estaciones de tren internas y un sistema de bicicletas compartidas para el transporte. Este diseño detallado no solo refleja la capacidad de Huawei para integrar diversas influencias culturales en su arquitectura, sino que también resalta la fascinación y aprecio por Europa dentro de una estrategia más amplia para atraer talento global.

Por otro lado, esta iniciativa se enmarca dentro de una tendencia más amplia en China de replicar ciudades y elementos arquitectónicos occidentales, lo que ha generado debate sobre la originalidad y la identidad arquitectónica en el país. Pese a las leyes recientes para limitar la «arquitectura extraña» y promover diseños más tradicionales, proyectos como el Ox Horn Campus evidencian la complejidad y la diversidad de la moderna expresión arquitectónica en China, así como su ambición de competir y destacarse en el escenario mundial tecnológico y cultural.