En 2022, Fitbit lanzó dos relojes inteligentes, el Versa 4 y el Sense 2, marcando los primeros lanzamientos de la compañía desde su adquisición por parte de Google. Esta compra, realizada por 2.100 millones de dólares, reflejó el interés de Google en la experiencia de Fitbit en wearables y su plataforma de salud conectada, con el objetivo de integrar lo mejor de Fitbit OS en Wear OS. Como resultado, Google decidió apostar completamente por la aplicación de Fitbit, dejando de lado su propia plataforma, Google Fit.
Desde entonces, Fitbit no ha lanzado nuevos dispositivos, mientras que Google ha presentado tres versiones del Google Pixel Watch, que integran completamente la plataforma de Fitbit. Esto confirmó las especulaciones sobre el futuro de los smartwatches de Fitbit, orientando la marca hacia la producción de dispositivos más asequibles y minimalistas como los trackers de la gama Inspire.
Sandeep Waraich, director sénior de gestión de productos de Pixel Wearables, confirmó que el Pixel Watch ahora representa la oferta de smartwatches de la compañía, mientras que Fitbit se enfocará en pulseras cuantificadoras de larga duración. Aunque los modelos Sense 2 y Versa 4 seguirán disponibles, Google ve a los Pixel Watch como la evolución natural de los relojes inteligentes de Fitbit. El futuro de Fitbit implicará una profunda integración en Wear OS, la promoción de la suscripción Fitbit Premium y un enfoque en dispositivos más económicos.
El Pixel Watch 3, presentado recientemente, ejemplifica esta integración al ofrecer una suite completa de funciones de salud y ejercicio, además de incluir seis meses de Fitbit Premium, dando acceso a métricas avanzadas, recomendaciones personalizadas y contenido de entrenamiento. Esta evolución subraya la transformación de Fitbit dentro del ecosistema de Google, posicionando a los Pixel Watch en el centro de su estrategia de wearables.
