Intel se enfrenta a uno de los períodos más retadores de su historia con la apuesta firme en el mercado de ordenadores portátiles a través de su nueva generación de procesadores Core Ultra 200V (Series 2), denominados ‘Lunar Lake’. Estos chips, diseñados para complementar las capacidades de Windows 11 con Copilot+, incorporan una Unidad de Procesamiento Neuronal (NPU) relativamente potente, capaz de entregar hasta 48 TOPS (teraoperaciones por segundo), que combinado con la GPU y la CPU puede llegar hasta los 120 TOPS.
Los SoC ‘Lunar Lake’ son destacados por su eficiencia energética, siendo hasta un 40% más eficientes que sus predecesores gracias a su microarquitectura desagregada y la tecnología de integración empleada por TSMC. Esta arquitectura divide la lógica en múltiples bloques funcionales o ‘tiles’, mejorando la escalabilidad y eficiencia del procesador. Además, la colaboración con TSMC ha permitido fabricar elementos del procesador en nodos de 3 nm y 6 nm, mientras que el empaquetado del SoC corre a cargo de la propia Intel mediante su tecnología Foveros.
Estos procesadores incluyen tanto núcleos de alto rendimiento como núcleos de alta eficiencia, aunque, a diferencia de generaciones anteriores, ninguno soporta la tecnología Hyper-Threading. Intel también ha mejorado las microarquitecturas de estos núcleos, ofreciendo incrementos significativos en el rendimiento por vatio consumido, lo cual promete mejorar notablemente la autonomía de los dispositivos.
Aparte de las mejoras en rendimiento y eficiencia, estos chips ofrecen conectividad avanzada con soporte para Wi-Fi 7, Bluetooth 5.4, Thunderbolt 4, y PCI Express Gen 4.0 y 5.0. También introducen Intel Unison, que permite conectar y sincronizar dispositivos móviles con el ordenador de manera intuitiva.
Otro aspecto notable es la integración de la memoria principal directamente en el empaquetado del SoC, buscando reducir la latencia y el consumo. No obstante, esto limita la capacidad de expansión de memoria por parte del usuario. Los nuevos procesadores prometen, además, la mejor autonomía en dispositivos Windows 11 y una GPU Xe2 integrada significativamente más potente y eficiente que la generación anterior.
Los primeros ordenadores portátiles equipados con estos procesadores están previstos para llegar al mercado el próximo 24 de septiembre, con el apoyo de fabricantes como Acer, ASUS, Dell, HP, Lenovo, LG, MSI, y Samsung, entre otros. Con ‘Lunar Lake’, Intel no solo busca superar sus propios desafíos sino también competir eficazmente tanto en el espacio x86-64 como en el dominio ARM, donde enfrenta a rivales de peso como AMD, Qualcomm y Apple.
