Rusia lleva meses cubriendo algunos de sus cazas y bombarderos con neumáticos. EEUU cree saber exactamente el motivo

Desde la aparición de los satélites, custodiar ciertos secretos se ha vuelto más complicado. Estas herramientas no solo han servido a los ayuntamientos para identificar piscinas privadas y ajustar impuestos, sino que también juegan un papel fundamental en el sector de la defensa, con naciones lanzando satélites espía para recolectar datos de inteligencia. Sin embargo, muchas imágenes captadas desde la órbita se encuentran disponibles públicamente, revelando proyectos secretos como la construcción por China del barco de asalto anfibio más grande del mundo o la peculiar táctica de Rusia de cubrir aviones con neumáticos para evadir la detección por sistemas militares basados en inteligencia artificial (IA).

Esta estrategia rusa de camuflaje de aviones se dio a conocer gracias a una militar estadounidense de alto rango, Schuyler Moore, quien explicó que el objetivo es dificultar la identificación de las aeronaves por modelos de visión por ordenador, los cuales requieren ser reentrenados con nuevos datos para mejorar su capacidad de detección. Este juego del gato y el ratón no solo evidencia la carrera por el desarrollo de sistemas de IA más avanzados capaces de adaptarse a tácticas de engaño cambiantes, sino también la importancia de las imágenes satelitales en el moderno teatro de operaciones militares.

Asimismo, la innovación en métodos de camuflaje no se limita a Rusia. Durante el conflicto, que ya supera los dos años y medio, se han observado los «tanques tortuga» rusos, blindados para resistir drones ucranianos, y Ucrania ha adaptado sus tanques Abrams con estructuras protectoras. Esta constante evolución de técnicas defensivas y ofensivas, vistas por primera vez a través de imágenes satelitales, subraya la creciente relevancia de la tecnología y la inteligencia en la guerra moderna.