Adobe ha actualizado su política de uso implementando términos que han causado preocupación entre los creadores debido a una supuesta invasión a la privacidad. Desde febrero, la compañía ha incluido nuevas cláusulas que permitirían el acceso a todo el contenido creado por los usuarios, ya sean bocetos, proyectos audiovisuales o cualquier otro tipo, a través de métodos automáticos y manuales. Esto ha levantado alarmas entre diversos creadores, incluyendo a personalidades como Duncan Jones, quien expresó su desacuerdo en las redes sociales, mencionando que Adobe no tendría derecho a acceder a los trabajos por el simple hecho de utilizar sus herramientas como Photoshop.
Estos términos significan que para usar programas como Photoshop o Substance 3D, indispensables para muchos en el ámbito creativo y que requieren de una conexión a internet, los usuarios deben conceder este nivel de acceso, de lo contrario, no podrán utilizar las aplicaciones. La comunidad artística y de designers ha reaccionado negativamente, destacando el riesgo que supone para la propiedad intelectual y la confidencialidad de sus proyectos.
Adobe ha explicado que el acceso a los contenidos será limitado y solo se hará bajo el cumplimiento de las leyes, como el Reglamento General de Protección de Datos en Europa. La finalidad de esta medida, según Adobe, es ofrecer feedback, detectar fraudes y entrenar sus algoritmos de inteligencia artificial para mejorar la experiencia de usuario y la eficiencia del software.
La compañía ha tratado de tranquilizar a sus usuarios asegurando que cualquier revisión de contenidos se realizará en casos muy específicos y con el consentimiento explícito del creador. Sin embargo, esta situación ha generado un debate más amplio sobre la ética y legalidad del uso de la información personal y creada por los usuarios para entrenar sistemas de inteligencia artificial, un tema que está ganando relevancia en el ámbito de la privacidad de datos y que empresas como Meta, Dropbox y Slack también están explorando.
En resumen, la nueva política de Adobe sobre el acceso al contenido de los usuarios para el entrenamiento de IA ha generado una considerable controversia, reflejando un conflicto emergente en la intersección de la propiedad intelectual, privacidad y avances tecnológicos.
