Aunque la noción de soldados equipados con rifles láser en el campo de batalla aún parece un elemento sacado de la ciencia ficción, el Pentágono ha iniciado el despliegue de armas láser en escenarios de combate, específicamente para combatir el creciente uso de drones en Oriente Medio. Tras una inversión que supera los miles de millones de dólares, se ha confirmado que estas armas láser, efectivas en ciertos casos, ya han sido puestas en acción.
El sistema P-HEL, basado en el sistema de armas láser LOCUST de la firma BlueHalo y capaz de emitir láseres de 20 kilovatios, ha sido uno de los desplegados oficialmente. Este sistema integra componentes esenciales como hardware óptico, fuente de energía, láser de precisión e inteligencia artificial para su operación, la cual sorprendentemente se controla mediante un mando de Xbox.
Estados Unidos invierte aproximadamente 1.000 millones de dólares anuales en armas de energía dirigida, buscando aprovechar ventajas como la ausencia de necesidad de munición física, solo requiriendo una fuente de energía constante, lo que podría solucionar problemas logísticos significativos. Estas armas ofrecen un enfoque silencioso, versátil y económico comparado con alternativas tradicionales como el lanzamiento de misiles.
Sin embargo, el camino hacia una implementación más amplia de estas armas en entornos de combate reales enfrenta obstáculos significativos según señala la Oficina de Responsabilidad del Gobierno (GAO). El mantenimiento y la reparación de estas armas presentan complejidades, necesitando personal especializado y condiciones controladas para su correcto funcionamiento.
Este interés no es exclusivo de Estados Unidos; el Reino Unido, entre otros países, también ha estado invirtiendo en el desarrollo de armas láser, con sistemas como el DragonFire, que aún se encuentra en una fase experimental con expectativas de ser operativo para el 2027. Este panorama resalta la carrera global por integrar tecnologías de vanguardia en la defensa y las capacidades militares, marcando un futuro donde la guerra podría ser muy distinta a lo que conocemos hoy.
