El empleo de inteligencia artificial (IA) en la selección de personal es motivo de controversia en el ámbito tecnológico. Por un lado, empresas están entusiasmadas por incorporar IA en sus procesos para potenciar la productividad, mientras que otras ven con recelo el uso de estas herramientas por parte de los candidatos, considerándolo una práctica desleal. En este contexto, Canva, una plataforma de diseño gráfico, ha decidido adoptar una postura progresista al exigir el uso de asistentes de programación basados en IA durante sus pruebas técnicas, reflejando la utilidad diaria de estas herramientas por parte de su personal de desarrollo. Esta decisión se sustenta en la creencia de que las herramientas de IA son cruciales para mantener la competitividad y productividad en el desarrollo de software moderno.
Canva ha modificado su proceso de selección para alinearlo más estrechamente con las condiciones reales de trabajo, permitiendo a los candidatos utilizar las herramientas que efectivamente usarían en su labor diaria. Este cambio representa un esfuerzo por evaluar de manera más precisa las habilidades de los postulantes, adaptándose a la nueva realidad laboral que involucra la tecnología de IA. Aunque esta política ha generado algunas discrepancias internas, con críticas hacia lo que se denomina «Vibe Coding», Canva mantiene que sigue valorando los conocimientos técnicos fundamentales de los aspirantes, asegurando que deben asumir completa responsabilidad por el código que producen, ya sea con o sin ayuda de IA.
Este enfoque suscita un debate mayor sobre la legitimidad y el impacto del uso de IA en procesos de selección y en el entorno laboral en general. Mientras algunas empresas exigen interacciones cara a cara para prevenir el posible abuso de la IA por parte de los candidatos, otras como Duolingo y Shopify promueven activamente su utilización entre sus empleados, anticipando una era donde el dominio de la inteligencia artificial se considere una competencia esencial en el lugar de trabajo.
