La nueva generación del Mazda CX-5 representa un reflejo de la filosofía distintiva de Mazda, que se niega a seguir ciegamente las tendencias predominantes en la industria automotriz. Aunque conserva el diseño estético externo que caracteriza a la marca, introduce actualizaciones significativas en el interior y mantiene un enfoque en motores de mayor cilindrada, aunque en esta ocasión el modelo presenta características eco-amigables.
El Mazda CX-5 es un SUV de cinco plazas que ofrece una combinación de medidas generosas y un maletero de 583 litros, destinado a aquellos que buscan espacio y comodidad. Cuenta con un motor e-Skyactiv G de 2.5 litros y 141 CV, que si bien no se inclina totalmente hacia la electrificación, sí incorpora una versión microhíbrida de 24 voltios. Este sistema híbrido ligero permite obtener el distintivo ECO, cumpliendo con una demanda creciente de vehículos más respetuosos con el medio ambiente sin renunciar al placer de conducir asociado a un motor de combustión interna.
Las principales especificaciones técnicas incluyen un consumo de combustible WLTP de 7,0 l/100 km para el modelo de tracción delantera y de 7,4-7,5 l/100 km para el modelo de tracción total. De igual manera, el coche viene equipado con las ayudas a la conducción estándar exigidas por la Unión Europea, tales como control de crucero adaptativo y asistencia de cambio de carril, además de novedades tecnológicas como una pantalla de 12,9 pulgadas para el cuadro de instrumentos que puede aumentar hasta 15,6 pulgadas en los acabados superiores.
Mazda se mantiene firme en su apuesta por motores de combustión interna en un contexto global de transición hacia los eléctricos, mostrando con el CX-5 que es posible adaptarse a las normativas medioambientales sin abandonar sus principios. Este modelo ya está disponible para reservar desde 35.200 euros, con las primeras entregas programadas para finales de 2025.
En síntesis, el Mazda CX-5 se reafirma como un modelo clave para la marca, al llevar adelante la peculiar visión de Mazda de combinar innovación técnica y respeto por la tradición automovilística, siguiendo una ruta menos transitada en la era de la electrificación.
