China domina cada vez más la tecnología en la Tierra. Hay un sitio donde sigue lejísimos de Occiden

Un reportaje del The New York Times ha resaltado las dificultades de China para competir con SpaceX en la carrera del despliegue de satélites de comunicaciones, un campo crucial para tecnologías como los coches autónomos, la guerra con drones y la vigilancia militar. Mientras SpaceX lidera con 8,000 satélites Starlink desplegados, las principales redes chinas apenas alcanzan 120 satélites en órbita. A pesar de que China ha planificado dos megaconstelaciones que sumarían 27,000 satélites, la realidad es que la constelación Qianfan de China y el proyecto Guowang están muy lejos de sus objetivos, con solo 90 y 34 satélites lanzados respectivamente.

El reportaje también destaca cómo el Ejército Popular de Liberación chino ve a Starlink como una amenaza integrada en el sistema de combate de EE. UU., pero el principal impedimento para China no es tanto la estrategia como la tecnología de lanzamiento. A diferencia de SpaceX, que ha perfeccionado los cohetes reutilizables, reduciendo significativamente los costes, China sigue dependiendo de lanzadores de un solo uso. Esto no solo multiplica los costes sino que también limita la frecuencia de sus lanzamientos.

Aunque China está making progresos, negociando contratos internacionales y acelerando el ritmo de sus lanzamientos, las limitaciones tecnológicas y los requisitos de tiempo para el despliegue de sus megaconstelaciones suponen desafíos significativos. La ventaja de Estados Unidos en sectores que requieren una alta tolerancia al riesgo, como la biotecnología, la inteligencia artificial y el espacio, sigue siendo notable, aunque disminuyendo en algunos aspectos. El enfoque empresarial que favorece los fracasos rápidos y baratos, frente a proyectos de éxito garantizado, ha sido crucial para el liderazgo de SpaceX frente a los esfuerzos de China en este ámbito competitivo.