Estados Unidos ha abordado los desafíos de reclutamiento militar con diversas estrategias a lo largo de la historia, siendo el conflicto en Vietnam uno de los períodos más controvertidos. Durante la Segunda Guerra Mundial, se utilizaron carteles de pin-ups como parte de las tácticas de reclutamiento y moral, pero fue durante la Guerra de Vietnam cuando Estados Unidos, enfrentando la necesidad de más soldados, redujo los estándares intelectuales para el reclutamiento bajo la dirección del Secretario de Defensa Robert McNamara. Este movimiento, conocido como el «Proyecto 100.000», permitió la incorporación de individuos que anteriormente habrían sido rechazados por razones físicas o mentales, aumentando el reclutamiento de 17.000 a 35.000 personas mensuales. Unos 300.000 hombres fueron reclutados mediante estos nuevos estándares, muchos de los cuales tenían deficiencias educativas o problemas de aprendizaje.
Este grupo, apodado despectivamente como el «Cuerpo de imbéciles de McNamara», se enfrentó a desafíos en el entrenamiento básico y en el campo de batalla, experimentando tasas de mortalidad significativamente más altas en comparación con otros soldados. La historia de un recluta, mencionada simbólicamente como Johnny Gupton, ilustra las severas limitaciones y el tratamiento peligroso dado a estos hombres, algunos incapaces de completar tareas básicas como atar sus cordones o reconocer direcciones.
La llevada a cabo por McNamara tenía como objetivo no perturbar la economía nacional al reclutar masivamente de la población competente para trabajar. Sin embargo, esta decisión condujo a la muerte y afectación de miles, magnificada por una irracional estrategia de guerra que intentó compensar su falta de moral y justificación con números y fuerza bruta. La participación de un gran número de afroamericanos en el Proyecto 100.000, quienes vieron en el ejército una vía de escape a las duras condiciones de vida en esa época, destaca otra capa de complejidad y tragedia en la historia.
La política ha sido en gran parte borrada o minimizada en historiales oficiales y biografías, incluida la de McNamara, a pesar de la gravedad y las consecuencias de estas acciones. Veteranos y observadores han notado la falta de reconocimiento y la necesidad de rendir cuentas por este «experimento», que resultó en pérdidas humanas y traumas duraderos para los reclutas involucrados. La obra cinematográfica «La Chaqueta Metálica», de Stanley Kubrick, ofrece una representación artística de las experiencias de estos soldados, aunque sin mencionar específicamente al Proyecto 100.000, proporcionando una cruda mirada a los horrores y absurdos del conflicto vietnamita.
