El Centro Nacional de Servicio de Hora (NTSC) en Xi’an, China, es crucial para la precisión temporal en el país, afectando a sectores como la banca, comunicaciones, y defensa. Este centro, parte de la Academia China de Ciencias, no solo asegura la sincronización con el Tiempo Universal Coordinado (UTC) con una mínima desviación, sino que también participa activamente en el cálculo del mismo, posicionándose entre los cuatro centros de cronometraje más precisos globalmente.
Recientemente, el gobierno chino ha acusado a la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA) de intrusión en el sistema de cronometraje de alta precisión del NTSC. La operación, que habría comenzado en marzo de 2022, incluyó varias fases: un acceso inicial mediante la explotación de una vulnerabilidad en la mensajería de un teléfono móvil, seguido de un período de acceso y control remoto extendido a los sistemas internos del NTSC. Durante varios meses, la ofensiva incrementó la intensidad de los ataques, apuntando a las redes más críticas del organismo.
El ataque no se limitó a una intrusión superficial, sino que implicó un control extensivo y la obtención de datos mediante el acceso a dispositivos móviles de empleados del NTSC. Los atacantes usaron técnicas y herramientas sofisticadas, incluyendo ciberarmas especializadas y mecanismos de camuflaje, con el aparente objetivo de insertar capacidades ofensivas dentro del sistema de cronometraje de alta precisión del NTSC, lo que habría tenido el potencial de paralizar o incluso destruir su funcionamiento.
Pese a estas acciones, las autoridades chinas afirmaron haber frenado la ofensiva, protegiendo así el cronometraje nacional y actualizando los mecanismos de defensa. No obstante, hasta el momento Estados Unidos no ha respondido a estas afirmaciones. El incidente pone de relieve cómo infraestructuras críticas como el tiempo pueden convertirse en objetivos estratégicos dentro del espectro de las tensiones tecnológicas globales, subrayando la importancia de proteger estos servicios invisibles pero fundamentales para la sociedad moderna.
