En Barcelona, bajo un ambiente criogénico, se encuentra CryoZoo, un proyecto revolucionario dirigido por Tomàs Marquès-Bonet que aspira a conservar la biodiversidad mediante el almacenamiento de líneas celulares de especies, muchas en peligro de extinción. Este biobanco, comparado con un arca de Noé moderna, utiliza avanzadas técnicas de criopreservación a -196 °C para mantener viables las células durante décadas. Esta iniciativa nace como un recurso de último recurso frente a la posibilidad de extinción de diversas especies, enfatizando la preservación de los animales en sus hábitats naturales como prioridad.
CryoZoo opera en colaboración con zoológicos y acuarios de Europa, obteniendo muestras de tejido de los animales, generalmente durante revisiones rutinarias, para cultivar y preservar sus líneas celulares. Además, algunas células se reprograman a un estado pluripotente, ofreciendo un abanico de posibilidades para la ciencia y la conservación. Actualmente, el banco alberga más de 2.000 muestras de casi 300 especies, destacando por su calidad gracias a un meticuloso proceso que incluye la secuenciación del genoma completo de cada línea celular, garantizando la fidelidad genética de las mismas.
A pesar de las potencialidades de la tecnología, incluida la posibilidad teórica de «des-extinción», los responsables de CryoZoo mantienen una postura cautelosa, limitando su uso a la investigación y la conservación. Se posicionan contra la clonación y reproducción artificial de especies extintas sin un consenso global y la validación de organizaciones internacionales como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Más allá de la conservación de especies, CryoZoo promete revolucionar la investigación científica permitiendo estudios de enfermedades, desarrollo de fármacos y creación de mini órganos sin necesidad de dañar a seres vivos. Este proyecto no solo busca ser un seguro ante una posible crisis climática o ecológica futura, sino también contribuir al avance actual de la ciencia, subrayando la importancia de proteger y preservar la riqueza genética de nuestro planeta para generaciones venideras.
