C.C. Wei se prepara para asumir la presidencia de TSMC, la empresa taiwanesa líder en fabricación de semiconductores, en un periodo crítico tanto para la compañía como para la industria. Wei, quien ha servido como director general durante los últimos seis años, tomará el relevo de Mark Liu, en un momento en que TSMC ha consolidado su posición dominante en el mercado, acaparando aproximadamente el 60% de la cuota de mercado y dejando muy atrás a competidores como Intel y Samsung, que cada uno posee una cuota inferior al 20%. Bajo el liderazgo de Wei, TSMC no solo ha experimentado un crecimiento significativo, sino que también ha enfrentado desafíos geopolíticos. Esta empresa ha tenido que lidiar con la delicada situación política entre China y Taiwán, una eventualidad que podría tener profundas implicaciones para su operación y estrategia global.
El futuro presidente deberá afrontar estos dilemas geopolíticos siendo la cara visible de la compañía, similar a cómo Liu gestionó las relaciones públicas y el diálogo con gobiernos. Además, el contexto de una posible invasión de Taiwán por parte de China agrega una capa de incertidumbre sobre el futuro de TSMC, motivando la estrategia de Wei de diversificar la presencia global de la empresa mediante la expansión y construcción de plantas en Estados Unidos, Alemania y Japón. Sin embargo, el Gobierno de Taiwán ha indicado su deseo de que TSMC mantenga su tecnología puntera y secreto industrial en la isla, insinuando que la expansión internacional no debe comprometer el desarrollo y fortaleza de TSMC dentro de Taiwán. Esta postura subraya la importancia estratégica de TSMC no solo para la economía global de semiconductores sino también para el estatus tecnológico y económico de Taiwán.
