el plan de México para dejar de ser un jugador de segunda en la industria de los semiconductores

El gobierno de México, bajo la liderancia de la presidenta Claudia Sheinbaum, se ha puesto la meta ambiciosa de transformar al país en una potencia científica y tecnológica. Con el lanzamiento del ‘Plan México’, Sheinbaum busca minimizar la dependencia de México de importaciones extranjeras, particularmente de China, en varios sectores clave, destacando entre ellos el automotriz y tecnológico. Un aspecto crucial de esta estrategia es el desarrollo de un coche eléctrico económico y la iniciativa nacional para la fabricación de semiconductores, encarnados en el proyecto ‘Kutsari’. Este último simboliza un esfuerzo colaborativo entre científicos, tecnólogos y académicos para situar a México en la vanguardia del diseño y producción de chips semiconductores.

El plan no solo contempla el diseño sino también la futura fabricación de semiconductores en México, con miras a fortalecer la industria local en sectores como la automoción, electrodomésticos y equipos médicos. Para ello, el gobierno ha anunciado la creación del Centro Nacional de Diseño de Semiconductores «Kutsari» y plantea, a largo plazo, la construcción de instalaciones para la producción de estos componentes tecnológicos.

La ambición de este proyecto enfrenta desafíos significativos, desde la competencia internacional en el sector, representada por países como Vietnam e India, que ofrecen incentivos para atraer a empresas tecnológicas, hasta la necesidad de materiales críticos como el silicio y el germanio, recursos controlados en gran medida por potencias como EE.UU. y China. A esto se suma la necesidad de atraer talento, inversión privada y extranjera, y superar barreras técnicas y de patentes, para lo cual se prevé una reforma a la Ley Federal de Protección a la Propiedad Intelectual.

A pesar de los retos, la creación de Kutsari representa un paso importante hacia la independencia tecnológica de México y su posicionamiento como un jugador relevante en la industria de semiconductores a nivel mundial. La estrategia incluye la cooperación entre instituciones académicas de renombre como la UNAM y el IPN, y el soporte de empresas tecnológicas, con el ejemplo de Foxconn construyendo una planta para fabricar chips de Nvidia en México. El futuro del proyecto dependerá de la capacidad de México para navegar en el competitivo mercado global de tecnología, así como de su habilidad para innovar y proteger sus desarrollos tecnológicos.