Bajo el reactor 4 de Chernóbil, conocido por el desastre nuclear, se encontraba la «pata de elefante», una masa de corio extremadamente radiactiva formada tras el accidente. El corio, compuesto por material nuclear fundido y otros elementos, alcanzaba temperaturas superiores a las de la lava volcánica. La «pata de elefante» era inicialmente el punto más radiactivo del lugar, con niveles de radiación letales. Sin embargo, con el tiempo, su radiactividad ha disminuido significativamente.
La formación no fue el único residuo radiactivo peligroso en Chernóbil. Otra masa de corio, aún más radiactiva y conocida entre algunos entusiastas como «The China Syndrome», se extendió por los sistemas de tuberías y pasillos de vapor debajo del reactor. En 1997, esta masa emitía una radiación superior a la de la «pata de elefante» en su descubrimiento. El nombre «The China Syndrome» proviene de una hipérbole acerca de un desastre nuclear donde se temía que el corio pudiera atravesar la Tierra hasta llegar a China, una idea popularizada antes de que se produjera cualquier accidente de fusión nuclear y que reflejaba el temor a un desastre incontrolable.
El término surgió de teorías predichas por físicos antes de que ocurriera cualquier accidente nuclear de magnitud, sugiriendo las devastadoras consecuencias potenciales de una fusión nuclear que nunca llegaron a materializarse en la escala anticipada. Chernóbil permanece como un testimonio sombrío de los peligros de la energía nuclear, y lugares como la «pata de elefante» y «The China Syndrome» subrayan la duradera herencia tóxica del desastre.
