Elon Musk lleva semanas recortando al máximo el gobierno de EEUU. Ayer Milei le regaló una motosierra para celebrarlo

Javier Milei enfrenta un complicado escenario político tras ser acusado por segunda vez de estafa con criptomonedas, situación agravada por el respaldo del presidente de Argentina a $LIBRA, una criptomoneda controvertida. Milei decidió distanciarse de la polémica viajando a EE. UU. para entregarle personalmente a Elon Musk una motosierra, símbolo de recortes en su legislatura.

El encuentro entre Milei y Musk tuvo lugar en un contexto inusual, donde Musk, adornado con gafas de sol, cadenas de oro, y una gorra negra de MAGA, subió al escenario de la Conferencia de Acción Política Conservadora. Durante su aparición, Musk, visiblemente afectado y dificultad para hablar, se convirtió en el centro de la atención, despertando sospechas sobre su estado. Comentarios y memes no tardaron en aparecer en redes sociales, poniendo en tendencia el uso de ketamina, sustancia de la cual Musk había admitido consumo bajo prescripción médica.

A pesar de los desafíos personales de Musk y las controversias que rodean a Milei, el gesto de entregar una motosierra como crítica a la burocracia se mostró como una maniobra política audaz. Sin embargo, la actitud errática de Musk durante la entrevista y su reconocido consumo de ketamina, sumado a su interés en microdosis de alucinógenos, desvió la atención del acto político a las condiciones personales del magnate.

Este encuentro revela la complejidad y los riesgos de mezclar política con figuras controversiales de la tecnología y las finanzas. Mientras Milei busca fortalecer su posición enfrentando acusaciones serias, Musk navega su propio conjunto de desafíos, entre ellos, investigaciones sobre su conducta y el manejo de sus empresas. Ambas figuras, a su manera, destacan la influencia de personalidades disruptivas en la escena política y empresarial actual.