El empresario Elon Musk, fundador de Tesla, ha formulado predicciones audaces sobre el futuro de su compañía durante la reunión anual de accionistas, sosteniendo que Tesla podría superar la capitalización bursátil de gigantes tecnológicos como Microsoft y Apple. Sorprendentemente, Musk identifica al robot humanoide Optimus, más que a su línea de coches eléctricos, como una pieza clave para alcanzar este nivel de éxito. Musk visualiza un escenario en el que los robots humanoides juegan un rol fundamental tanto en la industria de la manufactura como en los hogares de personas alrededor del mundo, aunque admite que la realización de esta visión puede tomar años.
Musk también reveló en la plataforma social X, anteriormente conocida como Twitter, que Tesla tiene la intención de implementar el uso interno de algunos prototipos del robot humanoide Optimus tan pronto como el próximo año, y anticipa la producción masiva para clientes externos hacia 2026. Aunque en esta fase inicial los robots aún son prototipos, se ha logrado que dos unidades de Optimus realicen tareas de manera autónoma en una de las instalaciones de Tesla, marcando un paso importante hacia operaciones más complejas.
La idea de robots humanoides no es exclusiva de Tesla. Otras empresas, como Figure y Agility Robotics, están explorando este área; Figure incluso ha puesto a prueba sus robots en una planta de BMW, mientras que Agility Robotics ha formado una alianza con Amazon para desplegar su robot, Digit, en sus centros de operaciones.
Una de las principales ventajas de los robots humanoides es su capacidad para realizar trabajos en entornos diseñados para humanos, manejar maquinaria industrial, operar puertas, y moverse por diversas zonas con facilidad, abriendo un potencial casi ilimitado para aplicaciones futuras tanto en el ámbito laboral como personal.
