En 2021, OpenAI tomó la decisión estratégica de disolver su equipo de robótica, optando por enfocar sus esfuerzos en proyectos encaminados hacia la inteligencia artificial general (AGI) bajo la dirección de Sam Altman. Esto no indicó una pérdida de interés en la robótica, demostrando su compromiso continuo en el desarrollo de esta área. En ese mismo período, el mundo presenciaba la introducción de robots humanoides como el Optimus de Tesla y el Digit de Agility Robotics. Durante esta ola de innovación, la startup Figure AI capturó la atención al recibir significativas inversiones de gigantes tecnológicos, incluidos Microsoft y NVIDIA, además de establecer una alianza colaborativa con OpenAI.
Figure AI emergió hace un año, anunciándose con la ambiciosa meta de desarrollar un robot humanoide de propósito general. Este anuncio se vio acompañado por un video generado por computadora que anticipaba lo que vendría. Avanzando hasta octubre del año pasado, la startup presentó el Figure 01, un prototipo humanoide capaz de caminar dinámicamente y realizar diversas tareas, incluida la interacción verbal con humanos. Recientemente, se compartió un video del robot identificando y proporcionando una manzana a un humano, demostrando su habilidad para entender y actuar en su entorno de manera autónoma sin la necesidad de control remoto.
Este avance tecnológico se atribuye, en parte, al aporte de OpenAI, especialmente en el rendimiento de redes neuronales de extremo a extremo y al desarrollo de modelos avanzados de lenguaje de visión (VLM). Aunque los detalles técnicos específicos aún no se han divulgado completamente, se entiende que estas capacidades se basan en las innovaciones en inteligencia artificial y procesamiento de lenguaje natural, posiblemente ligadas a variantes del modelo GPT-4. Este desarrollo no solo subraya la creciente competencia en el campo de la robótica y la IA sino que también anticipa futuras revelaciones sobre el papel y las capacidades de los robots humanoides en nuestra sociedad.