Recientemente, OpenAI y Google han presentado innovaciones significativas en el ámbito de la inteligencia artificial (IA), destacando sus nuevas capacidades conversacionales y de reconocimiento en tiempo real, prometiendo un impacto considerable en diversos sectores, incluido el mercado laboral. ChatGPT, en generaciones anteriores, ya ha demostrado su capacidad para automatizar tareas como la elaboración de informes y documentos legales, presagiando cambios sustanciales en la fuerza laboral.
Un aspecto preocupante de la expansión de la IA es su potencial para reemplazar empleos humanos, una cuestión que ha sido motivo de diversos estudios. En particular, el informe «Empleos del Mañana: Grandes Modelos de Lenguaje y Trabajos,» realizado por el World Economic Forum en colaboración con Accenture, proporciona un análisis detallado del impacto de la IA en distintos sectores industriales. Este estudio revela que industrias como la tecnología de la información y las finanzas enfrentarán el mayor grado de automatización, con un porcentaje significativo de tareas altamente automatizables.
No obstante, existe una distinción clara entre las tareas completamente automatizables y aquellas en las que se requiere la intervención humana, sugiriendo que la participación humana sigue siendo crucial en ciertos aspectos, a pesar del avance de la automatización. Ejemplos notables de profesiones altamente susceptibles a la automatización incluyen a los analistas de crédito, mientras que otros campos como la ciencia forense pueden ver un incremento en la productividad gracias a la asistencia de la IA sin ser completamente reemplazados.
Los datos sugieren que, lejos de ser un reemplazo absoluto, la IA actuará más como un complemento para la fuerza laboral humana en muchos sectores, mejorando la productividad al asumir las tareas más rutinarias. Sin embargo, algunos sectores como recursos humanos, marketing y asesoría legal experimentarán una automatización considerable, pero mantendrán empleos debido a la necesidad de competencias humanas en procesos clave. Por otro lado, el sector de la manufactura y la cadena de suministros, aunque afectado, retendrá una amplia gama de tareas que requieren intervención humana, demostrando que la interacción entre humanos y IA es la fórmula propuesta hacia la maximización de la productividad futura.
