La plataforma de streaming musical Spotify se enfrenta a críticas sobre cómo remunera a los artistas, destacando que los pagos son bajos y ahora, además, se acusa a ciertos artistas de inflar sus reproducciones para aumentar su porción del reparto. La demanda, dirigida por el rapero estadounidense RBX, tiene en el punto de mira al artista Drake, quien ha sido acusado de manipular el número de reproducciones, algo que afecta el pond de ingresos dispuesto para todos los participantes. Según la demanda, Spotify ha ignorado más de 37.000 millones de streams inauténticos de Drake en tres años y medio, con patrones de escucha anómalos como cuentas que reprodujeron su música durante 23 horas al día.
El sistema de reparto de ganancias de Spotify no se basa en un pago por reproducción, sino en un sistema proporcional donde cada artista recibe una parte de un «pool» de dinero basado en su porcentaje del total de reproducciones mensuales. Esto significa que las reproducciones infladas de un artista reducen la parte que reciben los demás. La demanda sugiere que este esquema ha perjudicado gravemente a los demás artistas, hablando de «cientos de millones de dólares» en perjuicios.
Este no es un problema nuevo para Spotify, con antecedentes de manipulación de listas de éxitos usando técnicas como el bucle de reproducciones, el uso de cuentas falsas y VPNs. Además, Spotify ha negado sacar provecho de las reproducciones falsas y afirma invertir en sistemas para proteger a los artistas y eliminar las reproducciones fraudulentas. Este conjunto de problemas pone de relieve las complejidades y desafíos en el reparto de ingresos dentro de la economía de la música en streaming.
