En la actualidad, China se destaca como el país con la mayor integración de robots en sus fábricas, superando a naciones tradicionalmente asociadas con la vanguardia tecnológica como Japón y Estados Unidos. La robótica industrial en China ha evolucionado más allá de la experimentación, con la instalación de cerca de 300,000 robots industriales en 2024, una cifra que supera al resto del mundo combinado. Esto marca un cambio significativo hacia la dominación de China en este campo, especialmente notable desde el incremento constante del despliegue de robots desde 2017 y un impulso notable durante y después de la pandemia.
Esta hegemonía se complementa con una transición hacia la fabricación local de dichos robots, con los proveedores chinos superando por primera vez a los extranjeros en ventas dentro del país en 2024. A pesar de que Japón mantiene el liderazgo global en la fabricación de robots, la estrategia china reduce su dependencia tecnológica externa sin lograr aún una autonomía total.
La política industrial, destacada por iniciativas como Made in China 2025, ha sido clave para fomentar esta transformación, apoyada en préstamos estatales y adquisiciones de tecnología extranjera. Aunque los robots humanoides y la inteligencia artificial forman parte del panorama de la robótica, las cifras sobresalientes de China se centran en los robots industriales, implicando un enfoque prioritario en la automatización de la producción sobre la adopción de humanoides.
A pesar del avance, China enfrenta limitantes, como la dependencia de componentes tecnológicos extranjeros para áreas críticas como sensores de alta precisión y semiconductores. Sin embargo, el impacto global de su liderazgo en robótica se hace sentir, logrando influir en los precios internacionales y los estándares técnicos a través de la escala de su producción.
El futuro presenta el desafío para China de reducir la brecha de dependencia tecnológica mientras se esfuerza por mantener su liderazgo en un entorno global cada vez más competitivo y automatizado. La aspiración no solo es sostener la cantidad de nuevas instalaciones anuales sino también potenciar su incursión en sectores emergentes como la robótica humanoide, consolidando así su influencia en las dinámicas industriales y tecnológicas a nivel mundial.
