En enero de 2023, la visión de que el inglés se convertiría en el «nuevo lenguaje de programación más candente» comenzó a ganar tracción, impulsada por figuras como Andrej Karpathy, exdirector de IA en Tesla. Esta perspectiva revolucionaria ha comenzado a materializarse con el desarrollo de herramientas de inteligencia artificial avanzada que integran capacidades de programación sin necesidad de escribir código tradicionalmente. Este enfoque permite a los usuarios simplemente describir lo que quieren en inglés para que la AI genere el código correspondiente.
Plataformas como GitHub Copilot han estado liderando este cambio, ofreciendo asistencia de programación basada en AI, mientras que nuevas entradas en el espacio, como Cursor AI, Bolt, Replit, y V0, están expandiendo las posibilidades de «programar en inglés». La tendencia hacia un enfoque menos técnico y más conversacional en la programación ha sido respaldada por líderes de la industria tecnológica como Jensen Huang, CEO de NVIDIA, y Sundar Pichai de Alphabet, sugiriendo un futuro donde la programación será más acerca de supervisar y ajustar el trabajo realizado por AI que de escribir código manualmente.
Además, las investigaciones muestran que un porcentaje significativo de programadores ya está utilizando asistentes de IA en su flujo de trabajo, a pesar de que estos asistentes pueden cometer errores. La dependencia creciente en estas herramientas está cambiando la naturaleza de la programación, impulsando a los desarrolladores hacia roles donde priman habilidades como la precisión descriptiva y la claridad conceptual sobre el conocimiento técnico profundo de lenguajes de programación.
Este movimiento hacia la IA en la programación sugiere que, aunque los programadores seguirán siendo cruciales para el desarrollo de software, su enfoque se desplazará de la escritura de código a la dirección y corrección del generado por inteligencia artificial. Esta transición no solo cambia las herramientas y técnicas que los programadores deben dominar, sino que también redefine la esencia de la programación en sí, abriendo las puertas a un futuro donde el inglés, o cualquier idioma convencional, pueda ser suficiente para desarrollar software complejo.
